Ciudad de reyes y palacios, Aranjuez es uno de los Reales Sitios de la Corona de España. Y con una historia ligada a la Corona, resultan imperdibles el Palacio Real y los jardines que lo rodean, inspiración de artistas y compositores.

- Palacio Real: uno de los sueños de Carlos I fue el de hacer de Aranjuez una gran villa de inspiración italiana. Será su hijo Felipe II, finalmente, quien lleve a cabo este gran proyecto, encargado al arquitecto Juan Bautisto de Toledo. Todo un proyecto que no dejó de desarrollarse, ni siquiera, con los Borbones, ampliando en jardines y calles arboladas la ciudad. La decoración interior pertenece, casi al completo, a la etapa de los Borbones, destacando espacios tán exóticos como el Gabinete Árabe, el de porcelana o el Chinesco.

- Real Casa del Labrador: emplazado en medio de sus espectaculares jardines, Carlos IV mandó construir este pequeño palacete como “casa de campo” donde almorzaría con amigos, organizarían conciertos y otras actividades de recreo.

- Jardín del Príncipe: planificado por el popular arquitecto Juan de Villanueva, es un amplio jardín, de 150 hectáreas, delimitado por el Tajo. Se compone de un pequeño embarcadero, una glorieta con cinco pabellones y el Gran Pabellón.

Sin embargo, Aranjuez no se limita únicamente al Pale la Fresa!

- Tren de la Fresa: en 1851, la reina Isabel II inauguró el primer trayecto ferroviario en Madrid que uniría la capital con el Palacio Real de Aranjuez. Por ello, este Tren de la Fresa, homenajea este momento, es decir, la llegada de la industrialización a España. Su nombre se debe a que, durante el trayecto, se ofrece una degustación de las fresas populares de Aranjuez.